El Programa Integral para el Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial (PIDTUCC), junto al Voluntariado de Museos de la Ciudad Colonial (Renasci-Museum) organizaron y coordinaron un Taller de Formación del personal del Museo de la Fortaleza de Santo Domingo y del Voluntariado del Museo de la Catedral, el cual fue impartido por el Centro León en el interés por colaborar en el fortalecimiento de las capacidades y conocimientos del personal de estos dos importantes museos de la ciudad colonial.

Este evento tuvo lugar durante dos días, el 30 de septiembre y el 1 de octubre. Durante la primera sesión, los participantes se reunieron en el Salón de Exposiciones del Edificio Saviñón, situado en la esquina de la calle El Conde con José Reyes. La primera sesión tuvo un carácter introductorio donde se establecieron las bases y se coordinaban las actividades que se realizarían al día siguiente en los museos.

Al día siguiente, el martes 1 de octubre, las actividades del taller se estructuraron en dos grupos para ofrecer una experiencia más enfocada y productiva. El primer grupo, compuesto por los voluntarios del Museo de la Catedral, inició su jornada a las 9:00 a.m. en el propio museo, finalizando su sesión a las 10:30 a.m. De manera similar, el segundo grupo, conformado por los guías de la Fortaleza de Santo Domingo, comenzó a las 10:30 a.m. en la fortaleza y concluyó a las 12:00 p.m.

Este taller representó una valiosa oportunidad para todos los participantes, quienes pudieron desarrollar habilidades y conocimientos fundamentales que enriquecieron su labor en cada una de las instituciones. El resultado esperado es contribuir a que nuestros museos trabajen efectivamente en la consecución e sus propósitos y funciones, ampliando el alcance e impacto hacia la comunidad y mejorar la experiencia de los visitantes.

Del contenido de las sesiones se destaca la idea de que el museo, concebido como una institución sin fines de lucro, persigue el objetivo de servir a la sociedad mediante la investigación, la educación y la preservación del patrimonio cultural. En este contexto, se explicó la evolución del concepto tradicional de museo hacia un nuevo modelo que facilita el acceso, la inclusión y la participación de las comunidades cultura. Este cambio de paradigma nos invita a cuestionarnos sobre a quién estamos hablando, quiénes son nuestros oyentes, y cómo estamos presentando el contenido que ofrecemos en nuestras instalaciones.

Los museos se transforman hacia espacios que se convierten en espejos. donde la comunidad puede reconocerse y reflexionar sobre su identidad y su historia. Deja de ser un receptor pasivo de la cultura, si no un creador activo que participa en la toma de decisiones respecto a su patrimonio. Este enfoque genera una concienciación más profunda, propiciando sistemas abiertos y participativos que fomentan el diálogo entre todos los actores sociales.
Dentro de las funciones esenciales de los museos, se encuentran la custodia, conservación, investigación y difusión del patrimonio. Sin embargo, el nuevo museo va más allá de estas funciones tradicionales, convirtiéndose en un centro cultural que busca reactivar el patrimonio y dinamizar tanto el ámbito turístico como el cultural. Todo este esfuerzo, por supuesto, se traduce en un verdadero desarrollo local.

Para que el museo logre introducirse en la vida cotidiana de las personas, es fundamental cambiar la percepción que la sociedad tiene sobre él. Debe ser visto como un lugar agradable, entretenido y enriquecedor. Para ello, es imprescindible involucrar a los estudiantes y docentes, integrando la actividad museográfica en los planes de estudio y fomentando la repetición de visitas, donde los aprendices actúan como multiplicadores del conocimiento adquirido.

El perfil del visitante es otro aspecto crucial en la discusión del nuevo museo. Desde el turista ocasional hasta el visitante habitual, cada grupo tiene sus propias expectativas y necesidades. Para atender a cada uno de ellos de manera efectiva, es esencial que el personal del museo actúe como mediador y puente que establezca conexiones significativas. La inclusión de diversos públicos, como personas con discapacidades o aquellos que navegan en plataformas digitales, es parte integral de la misión del museo.

La mediación cultural en el museo debe ser activa y participativa, rompiendo la idea de que el arte tiene un solo significado. Al involucrar a los visitantes en el proceso de interpretación, se fomenta un diálogo enriquecedor que permite múltiples perspectivas. La mediación es, por tanto, una herramienta fundamental que debería facilitar la comprensión y el disfrute del arte, así como promover la inclusión y diversidad en la experiencia museística.

La transformación del museo en un centro cultural inclusivo requiere que los mediadores sean empáticos, que tengan un conocimiento profundo de sus visitantes, y que estén comprometidos con la formación continua. Al dejar de competir con el conocimiento de los visitantes y al considerar el acto de escuchar como una práctica valiosa, el museo puede convertirse en un espacio donde todos se sientan representados y comprendidos. Reconocer la importancia de nuestro patrimonio cultural y la historia que nos define, es fundamental para que el museo evolucione y logre cumplir su misión de servicio a la comunidad. Al hacerlo, no solo enriqueceremos nuestras propias vidas, sino que también cultivaremos una cultura más vibrante y accesible para todos.