Egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Licenciado en Filosofía, con Maestría en Metodología de la Investigación Científica y Epistemología por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Doctor en Filosofía por la Universidad del País Vasco con la Tesis La estética de lo feo en las Pinturas Negras de Goya, obtuvo el Primer Premio de pintura en múltiples concursos y en bienales, recibiendo además numerosas distinciones entre ellas el reconocimiento del Estado dominicano con el Premio Nacional de la Juventud en el 2005 y la premiación de la JCI Jaycees 72 como Joven Sobresaliente de la República Dominicana en el 2004.

Ha realizado varias exposiciones individuales y ha participado en numerosas colectivas a nivel nacional e internacional.

Sus obras se encuentran en importantes colecciones públicas y privadas y en Museos nacionales y extranjeros.

Profesor en la Escuela Nacional de Artes Visuales y en la Escuela de Filosofía de la UASD, tiene en su amplio curriculum haber sido Subdirector General de Bellas Artes y Director del Sistema Nacional de Formación Artística Especializada.

En una conversación privada con él sobre el arte y la espiritualidad, el artista plástico Dustin Muñoz nos compartió sus reflexiones sobre su obra y su conexión con la Virgen de la Altagracia y la Virgen de las Mercedes.

Dustin, nativo de Loma de Cabrera, un municipio en la frontera de Dajabón, comenzó su trayectoria artística a una edad temprana.

“Desde que tenía seis años, siento que el arte siempre ha estado presente en mi vida”, comentó.
Dustin explicó que su vínculo con la Virgen de la Altagracia es especialmente profundo, ya que es la patrona de su pueblo natal y también del pueblo natal de sus padres: La Caya, Laguna Salada. “La iglesia de mi comunidad está dedicada a ella; para mí, su imagen ha sido siempre algo cotidiano y cercano.”

Además, compartió que sus visitas a los abuelos, reforzaron este lazo. “Cada vez que iba de vacaciones, visitaba su iglesia, que también está dedicada a la Virgen de la Altagracia, así que, desde muy joven, la Virgen se convirtió en una figura constante en mi vida”, añadió.

La conversación se centró también en su trabajo

Dustin reveló que había realizado varias exposiciones a lo largo de su carrera, destacando una, Ave Gratia Plena, junto a su colega Manuel Toribio, sobre las distintas advocaciones marianas hispanoamericanas. “En esa exposición, llevé obras de ambas vírgenes. He encontrado en ellas una cercanía espiritual que me ha inspirado profundamente”, explicó.

Recordando sus pinturas, el artista reflexionó sobre el proceso creativo que lo llevó a dar vida a estas imágenes sagradas. “Cuando pinté la Altagracia, sentí que era necesario captar su esencia; es un rostro que surge de mi interpretación, no de un modelo real.”

Dustin enfatizó que se deja llevar por lo que habita en su mundo interior, buscando representar en su arte lo que siente por estas figuras tan significativas.

Seguimos compartiendo con Dustin Muñoz sobre su experiencia al pintar la Virgen en las dos advocaciones veneradas en República Dominicana, Nuestra Señora de las Mercedes y la Virgen de la Altagracia. «Recibí la bendición de pintar ambas obras y que la colocasen en La Catedral de Santo Domingo. Nos explicó que la realización de estas pinturas lleva consigo un compromiso con la fe y la cultura.

«Hacia 2017, recibí la solicitud de la Orden de La Merced, para que, en la celebración de los 800 años de dicha orden, se pudiera colocar una obra de Nuestra Señora de las Mercedes en el interior de la Catedral Primada de América, ya que no había una representación de Ella en la Catedral».

La celebración tuvo lugar en 2019, y él comenzó a trabajar en el cuadro de la Virgen de las Mercedes un año antes, esperando que esta obra tuviera un significado especial para tan importante fecha en la espiritualidad nacional.

El año 2023 por igual marcó un hito importante en su trayectoria pintando a la Virgen, en esta ocasión de La Altagracia. Nos contó cuando el párroco de la Catedral quiso al terminar el año jubilar Altagraciano (2022) que también la Catedral tuviese una obra que sirviera como un recuerdo de ese año tan especial, enfatizando que «la Virgen de la Altagracia es muy cercana a todo lo que vive la gente».

Una vez que la terminó y la instalaron en la entrada de la Catedral nos confesó la gran emoción que sintió al ver la reverencia con la que los visitantes respondieron a la pintura.
«Mientras estaban instalando la pintura, la gente pasaba y dejaba flores, lo que me hizo sentir que la obra tenía un impacto poderoso entre las personas.»

Para él fue un claro reflejo de su conexión, por lo que no pudo evitar sentir una profunda gratitud por haber podido expresar esa devoción a través de su arte.

Finalizamos nuestra entrevista preguntándole sobre el rol que su trabajo juega en la comunidad, por lo que nos dijo que, para él, la pintura va más allá del lienzo; es un canal de fe, amor y tradición que se ha convertido en parte integral de su identidad.