Este año 2024 se cumplen 500 años de la muerte de Monseñor Alessandro Geraldini, primer Obispo residente de Santo Domingo, un verdadero «hombre del Renacimiento», patricio romano, personaje de mucha influencia en la corte española, y defensor de Cristóbal Colón.
La familia Geraldini visitó Santo Domingo para honrar su memoria y su tumba que está en la Catedral Primada.
Aprovechando su visita se realizó con el auspicio de la Vicerrectoría de Investigación e Innovación y la Cátedra Alessandro Geraldini de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y el Museo de la Catedral, la conferencia magistral «La figura y obra de Alesandro Geraldini» a cargo del profesor Edoardo D’Angelo, catedrático de la Universidad de Napoles Federico II.
La conferencia tuvo lugar el viernes 11 de octubre en el atrio del Museo de la Catedral, el cual estuvo repleto de atentos participantes que se deleitaron con tan importante charla.
Recordemos que Alessandro Geraldini, nacido en 1455 en Amelia, Umbria, es una figura fundamental en la historia de la Iglesia y la colonización de América, reconocido como el primer obispo residente de Santo Domingo. Designado por el papa León X, llegó a la Isla Hispaniola el 6 de octubre de 1519, donde se destacó como un ferviente defensor de la construcción de la Catedral Primada de América, el templo más antiguo del continente, simbolizando la conexión entre Europa y América.
No solo fue un líder espiritual, sino también un humanista, diplomático y defensor de los derechos de los indígenas, y que contribuyó al desarrollo cultural a través de su obra literaria, incluido su libro Itinerarium ad Regiones sub Aequinoctiali Plaga constitutas, uno de los primeros publicados en el Nuevo Mundo.
Falleció el 8 de marzo de 1524, y sus restos reposan en la Catedral de Santo Domingo, Primada de América. Su legado perdura, reflejando su compromiso con la fe y la humanidad. Vale destacar que el obispo Geraldini fue el único obispo de América presente en el Concilio de Letrán, representando su lealtad a la cátedra de San Pedro y su responsabilidad en la nueva diócesis.
