Costo de Entrada
Adultos RD $100
Niños RD $20
Alumnos de escuelas públicas RD $10
Alumnos de colegios o universidades RD $20
Es una magistral obra de arquitectura contemporánea, detrás de cuyos muros se esconden las contradicciones ideológicas que priman en el mundo que le dio origen.
Aunque presumimos que estas contradicciones han logrado que este monumento adquiera mayor trascendencia mundialmente. Es una gran masa de hormigón y mármol, que vista desde el aire, se va convirtiendo en una cruz, rasgo del inmutable valor y de la fe del Gran Descubridor Cristóbal Colon, a quien conmemora: “PONGAN CRUCES EN TODOS LOS CAMINOS Y SENDEROS PARA QUE DIOS BENDIGA ESTA TIERRA QUE PERTENECE A LOS CRISTIANOS; EL RECUERDO SE LO DEBE CONSERVARSE A TRAVES DE LOS TIEMPOS”.
El punto geográfico del Faro es tal que está destinado a ser el gran crucero del tránsito universal para los viajeros del mar en la noche.
HISTORIA
En su “Historia de Santo Domingo”, publicada en Cuba en 1852, el historiador Antonio Delmonte y Tejada lanzo la iniciativa de un faro-homenaje al Descubridor de América.
Transcurrieron ciento cuarenta años hasta que el proyecto se hiciera realidad.
En 10 de setiembre de 1877 el padre Francisco Javier Billini dirige una reparación en la Catedral Menor de Santa María y son encontrados los restos de Cristóbal Colon, Gran Almirante de la Mar Océano.
Diez años después, obra del francés Ernest Gisbert, se visualiza la estatua del Almirante en el parque de su nombre, frente a la catedral.
El 6 de diciembre de 1858 se inaugura un Mausoleo para dar abrigo final a los restos, trabajo en mármol de los escultores barceloneses Fernando Romeu y Pedro Carbonell.
En 1929 y 1931 se realizan en Madrid, España, y Rio de Janeiro, Brasil. Las dos etapas del concurso internacional para la selección del diseño del Faro Colón.
Participan 455 proyectos de 48 países con diez semifinalistas pase pasar a Rio y diez menciones honorificas. En la capital brasileña se confirma al arquitecto ingles Joseph Lea Gleave como ganador.
Natural de Cheshire en 1907, el profesional británico tenía a la razón 24 años. Su diseño deberá esperar sesenta y un años para convertirse en concreto, mármol y luces. Gleave morirá, en 1965, sin verlo.
El Monumento
El Faro a Colón se desarrolla con una exactitud, sencillez y fuerza dignas de los grandes monumentos de la época.
La idea es simbólica, pero no hasta el punto que el simbolismo interfiera con la simple belleza de la arquitectónica. Según el mismo Gleave, “la forma del edificio expresa la inspiración que la motivo, en arquitectura abstracta, igual que las pirámides y otros grandes monumentos a través de los siglos, este no tiene un carácter arquitectónico estilizado, sino que pertenece a todos los tiempos”.
Con una longitud de 239 metros orientados Este-Oeste, 60 metros en sus brazos de Norte a Sur, y una altura de 31 metros, el monumento es una enorme masa de hormigón y mármol que vista desde el aire se va convirtiendo en una gran cruz yacente, rasgo digno del inmutable valor y de la fe del Gran Descubridor Cristóbal Colón, a quien conmemora: “Pongan cruces en todos los caminos y senderos para que Dios bendiga esta tierra que pertenece a los cristianos; el recuerdo de esto debe conservarse a través de los tiempos”.
El Faro a Colón ofrece un impresionante espectáculo nocturno, cuando los rayos verticales de luz emanados de las 156 luminarias colocadas a lo largo del monumento, más una luminaria giratoria reflejan la Gran Cruz en el cielo que se divisa muchos kilómetros a la redonda. En la entrada principal del monumento, los colores de las banderas de todos los países americanos simbolizan la hermandad entre naciones y la unión de las diferentes razas, culturas y credos que pueblan la Tierra.
El Mausoleo
En ocasión del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América y a raíz del sorpresivo hallazgo, en 1877, en una cripta debajo del altar mayor de la Catedral de Santo Domingo, de una urna de plomo con la inscripción en su interior que lee: “Ilustre y Esclarecido Varón Don Cristóbal Colón”, cuyos restos se suponían en España, se dispuso la erección de un mausoleo digno de albergar las cenizas del Descubridor. En el concurso participaron trece artistas de tres países de Europa, resultado ganador el proyecto presentado por los catalanes, el escultor Pedro Carbonell y el arquitecto Fernando Romeu. El mausoleo fue levantado, en piezas separadas, en la nave central de la Catedral, frente a la puerta mayor del templo.
En 1990 se inició el traslado del Mausoleo, pieza por pieza, desde la Catedral hasta el Faro a Colon, donde quedo erigido para acoger para siempre las cenizas del Gran Almirante. La obra, de estilo gótico, de 9 metros de altura sobre una base rectangular de 7 por 8 metros, consiste de 280 piezas de bronce y mármol de Carrara, (llegando a pesar una de estas piezas de mármol 3,000 kilos). La acción conjunta de sus columnas, arcos y contrafuertes le dan estabilidad a la estructura. Flanqueado por cuatro leones en bronce, está presidido por la magnífica figura femenina que representa a la República Dominicana, destinada por la historia a guardar para siempre las venerables cenizas del Gran Descubridor.
Los museos
Aunque el Faro a Colón fue concebido por el arquitecto Gleave principalmente como un monumento funerario, por instrucciones del ex presidente Joaquín Balaguer, promotor de la construcción del monumento, el arquitecto dominicano Teófilo Carbonell adapto su interior para albergar exhibiciones de cada país de América, así como otros de Europa y de Asia. Hoy, 41 países tienen un lugar en el Faro con una exposición propia en la que muestran su identidad cultural. También tienen su espacio el Museo de la Liga Naval Dominicana, Co-donante del Monumento de los Vientos Alisios y cuya sede se encuentra en el Faro a Colon; el Museo de Rescate Arqueológico Submarino que pertenece a la Comisión del mismo nombre, que exhibe aproximadamente 2,400 piezas rescatadas de naufragios españoles, franceses y holandeses de los siglos XVII al XX, todos hallados en costas dominicanos. Están en formación el Museo de la Historia del Faro, donde se exhibirán piezas y documentos sobre el concurso, los diferentes proyectos y la construcción del monumento. Así como la Biblioteca y el Centro de Estudios Colombinos, donde se concentraran los estudios relacionados con la vida y la obra de Don Cristóbal Colon y la Historia de América. El Faro a Colón consta también de cuatro salas para exhibiciones temporales y dos salas de conferencias.
Las Capilla Santa María de la Rábida y las Salas de las Vírgenes, una bellísima galería de pinturas con las imágenes de las Madonas veneradas por los diferentes pueblos de América, junto con la Sala del Vaticano, que exhibe la casulla usada por Su Santidad en la Misa oficiada en el Faro, completan el impresionante tesorero que guarda el Monumento.
Los restos de Colón
Colón muere en Valladolid, España, el 20 de mayo de 1506 y en 1513 sus restos son trasladados a Sevilla. Cumpliendo una de las disposiciones testamentarias del descubridor, en 1544 su nuera Doña María de Toledo, trae sus restos junto con los de su esposo, Don Diego Colón, a ser depositados en la Capilla Mayor de la Catedral de Santo Domingo, cedida a la familia Colon por el Emperador Carlos I de España. En 1655 Don Francisco Pio, entonces Arzobispo de Santo Domingo, en víspera de la invasión inglesa de Venables, ordeno que borrasen todas las señales en las tumbas de los Colones. En 1775, cuando por el Tratado de Basilea España cedió a Francia la porción española de la isla, el arzobispo Fernando de Portillos y Torres y el Almirante Gabriel de Aristizabal decidieron trasladar apresuradamente a Cuba los restos de Colon, removiendo apresuradamente los que suponían pertenecían al descubridor, fueron llevados luego a España en 1898 al obtener Cuba su independencia. En 1877, mientras se hacían reparaciones en la Catedral de Santo Domingo, se encontró una caja de plomo con el nombre del Gran Almirante, en caracteres de la época de su fallecimiento, con pruebas irrefutables de que los restos que contenía pertenecían a Don Cristóbal Colón, habiéndose llevado a Cuba los restos de otro de los Colones allí enterrados.
El hecho fue documentado en presencia de numerosas personalidades dominicanas y extranjeras y ha sido aceptado como autentico por la generalidad de los historiadores de todo el mundo.
MISIÓN
Es integrar a los múltiples actores del proceso cultural en la construcción de un sistema nacional de cultura, para desarrollar las distintas manifestaciones que crean y recrean la identidad cultural de la nación dominicana.
VISIÓN
Ser una institución al servicio de la sociedad que contribuya a la conservación, conocimiento y difusión del patrimonio histórico y cultural de la nación, mediante el uso de recursos educativos y recreativos.
Lunes
Cerrado
Martes
10:00 am - 6:00 pm
Miércoles
10:00 am - 6:00 pm
Jueves
10:00 am - 6:00 pm
Viernes
10:00 am - 6:00 pm
Sábado
10:00 am - 6:00 pm
Domingo
10:00 am - 6:00 pm
julio 1, 2022 10:46 am hora local
Adultos RD $100
Niños RD $20
Alumnos de escuelas públicas RD $10
Alumnos de colegios o universidades RD $20
Con el fin de proteger el patrimonio cultural que se conserva y expone en el Monumento Faro a Colón, y de crear el clima necesario para disfrutar de la visita, No está permitido en el Museo:
RECOMENDACIONES
• Libro: “La Señal de la Luz”.
Editora Taller, Santo Domingo. D.N. 1992.
Publicación del grupo Selman
• Libro: Guía de Arquitectura, Santo Domingo
Emilio José Brea García, 1996
Agregar una reseña